miércoles, 29 de junio de 2011
Algunas de las cosas que quiero hacer antes de morir.
- Aprender a jugar al Remigio Francés.
- Viajar a Alemania, Austria, París, y Canadá.
- Hacer feliz a la gente que me importa.
- Sonreír por mi misma cada día del año.
- Tirarme en parapente desde la montaña más alta.
- Volver a verte, besarte, abrazarte y acariciarte.
- Irme de aquí de una vez por todas.
- Poder ir al concierto de Simple Plan.
- Pedir perdon a todas las personas a las que he podido herir.
- No perder nunca la esperanza, aunque a veces cueste.
- Tener un perro grande, blanco y peludo.
- Hacerme otro tatuaje, pequeño, de algo muy especial para mí.
- Levantarme cada vez que caiga.
- Recuperarme.
- Ser la persona más positiva del mundo, o al menos dejar de ser tan pesimista.
- Aprender a tocar el piano, aunque solo sea una canción.
- Perfeccionar la guitarra y la voz, al menos, para sentirme orgullosa de mi misma.
- Poder estudiar Psicología, o algo relacionado con ella.
- Aceptarme a mi misma.
- Escribir un libro, aunque no sea publicado.
-Poder llegar a expresar todo lo que siento.
- Ser feliz, por mi misma.
Se que mis pensamientos irán cambiando, y estas solo son las cosas que considero más importantes, entre otras. Tengo toda la vida por delante, lo sé, para muchos todavía seré una niña ilusa, pero siempre me ha gustado luchar por lo que quiero, y en este caso, lucharé por conseguir mis objetivos, o la gran mayoría de ellos.
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lunes, 27 de junio de 2011
¿Te atreves?
Imagina que vas paseando por un oscuro bosque, en el que apenas hay visibilidad. Está lleno de árboles altos que a plena luz de la luna se ven negros. Vas avanzando por su interior y a lo lejos, entre los troncos de los árboles vislumbras una luz. Te acercas poco a poco y te das cuenta de que se trata de una pequeña cabaña. Parece estar bien conservada, por lo que decides entrar. Todo cambia una vez estas en el interior. El suelo, sucio, cruje a cada uno de tus pasos. El polvo del aire te hace estornudar. Si, es una cabaña abandonada. De las vigas del techo y las esquinas cuelgan telas de araña, y el olor a putrefacción es asqueroso. Quién sabe la cantidad de fantasmas que pueden vivir en el interior de esa cabaña destrozada, a la que nadie quiere entrar, a la que los que entran solo piensan en destrozar los viejos muebles de su interior.
Si, esa cabaña soy yo. ¿Te atreverías a entrar?
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Si, esa cabaña soy yo. ¿Te atreverías a entrar?
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domingo, 26 de junio de 2011
Elegí.
Elegi que tu fueses la persona que llenase mis dias de sonrisas, que me comieras a besos. Elegi llorar por ti de vez en cuando, elegi creerme tus verdades y a medias tus mentiras. Elegi que no queria abrazos que no fueran tuyos, otros ojos enfrente de los mios, ni otras manos acariciando mi pelo. Elegi nuestro mes del año y nuestro dia del mes. Elegi las idas y venidas, las despedidas, las bienvenidas, elegi la impotencia y la incertidumbre. Elegi el miedo a fallar y los impulsos, elegi las miradas, temblar. Elegi hacerme adicta a ti, a tus manias y a tu manera de hacer las cosas. Elegi conservar intacto cada momento y dejar huella a base de mordiscos. Elegi arriesgar y jugarmela por ti. Yo elegi quererte y todas las consecuencias que ello trajera.
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martes, 21 de junio de 2011
Conócete a través de otra persona :)
Sonríe, muéstrate feliz, sino todos los demás te pasan por encima. Ríete, disfruta, no tienes edad para permitir que te aburras. Conoce, investiga todo, no des el gusto a los demás de conformarte con escuchar sus propias experiencias. Equivócate, cáete mil veces en el mismo lugar, date permiso de descubrir tu mundo tu sola. Ayuda, escucha a los demás, no sabes cuándo vas a ser tu el que necesite un consejo. Piensa, entiende, pero no tengas miedo a los impulsos. Vive cada minuto con tus propias reglas. Corre, libérate, no te ates a nadie que no lo merezca. Suéltate, grita, no tengas miedo de mostrar quien eres. Vive y deja vivir, pues nunca te olvides de que no estás por encima de nadie. Cúidate, quierete mucho, si tu no lo haces, no lo va a hacer nadie. Enamórate, ama, y conócete a través de otra persona.
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jueves, 16 de junio de 2011
Egoismo.
El ser humano, en ocasiones tiende a ser egoista y no valorar lo que realmente tiene, porque sabe que lo tiene.
Cuando alguien desea algo con toda su alma lucha por ello hasta conseguirlo, y no se rinde fácilmente. Cuando lo consigue se siente orgulloso por ello, y cuida lo tan deseado como si fuera de cristal, como si fuera a romperse de un momento a otro.
Cuando pasa el tiempo, y el humano ve que su bien tan preciado sigue a su lado, comienza a ignorarlo e infravalorarlo, pensando que no se moverá de su lado, que no va a perderlo y que cuando lo necesite va a estar.
Entonces sucede que el día menos pensado, eso que tanto queríamos y que por fin era nuestro desaparece, se rompe o se esfuma de nuestro lado como si del viento se tratase.
Es cuando los humanos nos damos cuenta de que realmente lo hemos perdido, y nos entristecemos, y lloramos, y lo echamos de menos. Nos arrepentimos de no haberlo cuidado como se merecía, y nos damos cuenta de que pasado el esfuerzo que habíamos hecho ya no sirve de nada, y que por no valorar hemos perdido eso que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir. A pesar de tener cada uno nuestras porpias experiencias, seguimos haciéndolo por propio egoismo. Tiste, pero cierto.
Por egoismo podemos perder tantas cosas... desde un juguete que se rompe, hasta el amor de nuestra vida.
Que ignorantes somos en ocasiones, ¿verdad?
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Cuando alguien desea algo con toda su alma lucha por ello hasta conseguirlo, y no se rinde fácilmente. Cuando lo consigue se siente orgulloso por ello, y cuida lo tan deseado como si fuera de cristal, como si fuera a romperse de un momento a otro.
Cuando pasa el tiempo, y el humano ve que su bien tan preciado sigue a su lado, comienza a ignorarlo e infravalorarlo, pensando que no se moverá de su lado, que no va a perderlo y que cuando lo necesite va a estar.
Entonces sucede que el día menos pensado, eso que tanto queríamos y que por fin era nuestro desaparece, se rompe o se esfuma de nuestro lado como si del viento se tratase.
Es cuando los humanos nos damos cuenta de que realmente lo hemos perdido, y nos entristecemos, y lloramos, y lo echamos de menos. Nos arrepentimos de no haberlo cuidado como se merecía, y nos damos cuenta de que pasado el esfuerzo que habíamos hecho ya no sirve de nada, y que por no valorar hemos perdido eso que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir. A pesar de tener cada uno nuestras porpias experiencias, seguimos haciéndolo por propio egoismo. Tiste, pero cierto.
Por egoismo podemos perder tantas cosas... desde un juguete que se rompe, hasta el amor de nuestra vida.
Que ignorantes somos en ocasiones, ¿verdad?
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